Estos vehículos compactos han pasado de ser un medio de transporte poco conocido a una alternativa real de movilidad. Te contamos por qué los cuadriciclos ligeros en ciudad son la mejor apuesta del presente y del futuro.
En sus orígenes, los cuadriciclos ligeros se diseñaron como una alternativa asequible para personas sin carnet de conducir. En particular, para aquellas que vivían en zonas rurales en las que el transporte público está más limitado.
Sin embargo, con el paso de los años, su popularidad se ha ido incrementando en varios países de Europa, como Francia e Italia. Los fabricantes, como es el caso de AIXAM, hemos apostado por modelos con características básicas, pero a la vez funcionales. A pesar de ello, la presencia de los cuadriciclos ligeros en ciudad era anecdótica, puesto que las carreteras estaban dominadas por coches tradicionales y motocicletas.
El cambio comenzó con la evolución de la normativa y las nuevas exigencias urbanas. Hoy en día, hay limitaciones en las emisiones de los vehículos y se han extendido las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Estos cambios son los que han impulsado el uso de los cuadriciclos ligeros, que se posicionan como una solución real para la movilidad urbana.
Otro aspecto importante que ha influido en su éxito son las mejoras en seguridad. Si bien los primeros modelos carecían de equipamiento avanzado, las versiones actuales incorporan chasis reforzados, cinturones de seguridad y estructuras pensadas para absorber impactos. Este desarrollo ha hecho que cada vez más personas se planteen su uso en ciudad, por ser una opción práctica, pero también adaptada a las nuevas restricciones.
Por último, hay que sumar un cambio en la percepción social. Si antes se asociaban a un público muy concreto, ahora los cuadriciclos ligeros atraen a jóvenes, trabajadores urbanos e incluso empresas de reparto que buscan opciones más ágiles y económicas para moverse en el centro de las ciudades.
Los cuadriciclos ligeros para ciudad se han convertido en una respuesta inteligente a las necesidades de la movilidad urbana. Si te preguntas por qué, ahí van algunas razones:
Uno de los puntos fuertes de los cuadriciclos ligeros en ciudad son la facilidad para desplazarse y para aparcar. Al tener un tamaño reducido, se puede aparcar en espacios donde un coche convencional no cabría. Con ello, se reduce el tiempo de búsqueda de estacionamiento y, en consecuencia, el tráfico. Lo mismo sucede cuando hay atascos, que al ser compactos, ocupan menos espacio en las colas.
Los cuadriciclos ligeros tienen costes operativos bastante inferiores a los coches. Los hay de combustión y eléctricos, pero en ambos casos, el coste de mantenimiento es inferior porque tienen menos piezas. Además, en algunas ciudades están exentos de pagar parquímetros y pueden acceder a carriles restringidos para otros vehículos.
En España, estos vehículos se pueden conducir desde los 15 años con un permiso AM. De ahí que sean una opción interesante para jóvenes que necesitan desplazarse sin recurrir al transporte público. También son una alternativa para quienes no desean o no pueden obtener el carné B de coche.
Algunas empresas de reparto han encontrado en los cuadriciclos ligeros una solución eficiente para sus desplazamientos. Al ser ágiles y tener un consumo reducido y facilidad para aparcar, son ideales para el transporte de última milla.
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