Una de las principales ventajas de los coches sostenibles, como los eléctricos y los híbridos, es que además de la disminución en las emisiones, también reducen la contaminación acústica. Sin embargo, esta ventaja para las urbes puede convertirse en un arma de doble filo, ya que dificulta que los peatones sean conscientes de su presencia. Para evitar estos riesgos, se diseñó el sistema AVAS. Si no lo conoces, en este artículo te contamos todo lo que necesitas saber al respecto.
El sistema AVAS es una tecnología diseñada para alertar a los peatones y los ciclistas sobre la presencia de vehículos eléctricos cuando circulan a baja velocidad o están a punto de detenerse. Las siglas hacen referencia a Acoustic Vehicle Alerting System, lo que quiere decir que es un sistema de alerta acústico para vehículos. Por tanto, se trata de un sonido artificial que imita el ruido de un motor tradicional y que advierte a los usuarios de la vía sobre la aproximación de un automóvil silencioso.
Este sistema se diseñó en un primer momento para los vehículos eléctricos. Pero ahora que el número de vehículos híbridos se ha incrementado en las carreteras, estos también lo utilizan, ya que cuando circulan en modo eléctrico son silenciosos.
Este dispositivo va colocado en la parte delantera del vehículo, justo detrás de la parrilla. Así, el sonido queda próximo a los viandantes y ciclistas y pueden escucharlo con facilidad. Cada fabricante tiene su propio sonido, pero todos ellos simulan el ruido de un motor de combustión. Algunos como BMW han incluso optado por compositores de bandas sonoras para hacer sus diseños.
La importancia del sistema AVAS se basa en su contribución a la seguridad vial. En particular, cuando se trata de áreas urbanas donde los vehículos eléctricos pueden ser menos perceptibles debido a su funcionamiento silencioso.
La ausencia del ruido de motor tradicional puede representar un riesgo, debido a que los peatones podrían no ser conscientes de la presencia de un vehículo cercano. En este sentido, el sistema AVAS actúa como un salvavidas auditivo, capaz de alertar con eficacia a los transeúntes y ciclistas sobre la presencia del vehículo. Con ello, se reduce el riesgo de accidentes.
Además de su impacto en la seguridad vial, el sistema AVAS también desempeña un papel crucial en la aceptación generalizada de los vehículos eléctricos. Junto a las reticencias por la autonomía de la batería, el ser sigilosos también despierta algunas dudas. Pero con este sistema, se puede garantizar que su presencia será percibida con seguridad en el entorno urbano, por lo que se fomenta una transición más fluida hacia una movilidad más sostenible.
El sistema AVAS se emplea en la Unión Europea desde la publicación del nuevo Reglamento Delegado (UE) 2017/1576. En este, se obligaba a los vehículos eléctricos e híbridos de nueva homologación a contar con este sistema de seguridad. Si bien la fecha límite era julio de 2019, se dieron dos años de plazo, por lo que la normativa entró oficialmente en vigor en julio de 2021 para los coches nuevos que se vendieran dentro de la Unión Europea.
En lo que respecta a las características técnicas, la Comisión Europea fue la encargada de diseñarlas, siguiendo las indicaciones de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (UNECE). El sonido del dispositivo debe producirse cuando la velocidad es inferior a los 20 km/h y hasta que el vehículo se detiene. Por encima de esta velocidad, se desconecta, puesto que se escucha la banda de rodadura del neumático.
Además de para el avance, el sistema AVAS también se debe activar con la marcha atrás. Pero en este caso, el sonido será diferente, de manera que se pueda diferenciar entre este y el delantero. El sonido que se emite es similar a un silbido, aunque de nuevo, varía de un fabricante a otro. El volumen en ambos casos oscilará entre los 56 dB y los 75 dB. Además, cuando se acelera el sonido será mayor que cuando se está frenando.
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